PROMOCIÓN DE LA LECTURA
La Biblioteca y las Escuelas del Barrio

 

Los días 6 y 12 de julio, la Biblioteca Popular Cornelio Saavedra se despertó muy temprano para recibir a las niñas y niños de 3er. grado de la Escuela Provincia de Santa Fe de CABA. Hacerles lugar, preparar los libros, diseñar la actividad, preparar los recuerdos que queremos que se lleven es parte de engalanar la casa preparando la fiesta. 

 

Llegaron acompañadxs de su maestra y la bibliotecaria, y se apropiaron del espacio con la curiosidad bien dispuesta. Las maestras habían escogido el cuento “La planta de Bartolo” de Laura Devetach. Un cuento que está en el libro “La torre de cubos” de Loqueleo ilustrado por Natalia Colombo, y Silvia buscó otros libros de la autora que colocó apetitosamente en una mesa cercana. Comenzamos hablando de la autora, del contexto en que escribió esta historia, y de cómo este cuento fue prohibido durante la dictadura (y porqué). Eran un grupo muy conversador, y tenían muchas opiniones que compartirnos. También hablamos de la ilustradora y el valor de la ilustración, y de la edición.

 

Lo siguiente fue leer el cuento. La escucha de un cuento leído en voz alta, exige atención y entrega. Estar ahí para el cuento, y a su vez dejar que el cuento nos toque lo suficiente para quedarse con nosotros. No necesariamente es una escucha silenciosa, pero sí debemos hacerle lugar a las palabras. Escuchar es también un modo de leer. Al cerrar el libro, abrimos la conversación. Se intercambian preguntas y respuestas, una especial que quisimos hacerles “Si pudieran sembrar un árbol que les diera lo que desearan, ¿qué árbol sembrarían?. Cada oyente escogió un deseo. Hubo árboles de ropa, árboles que darían autos, árboles de juguetes, de sueños y de vidas y también árboles con libros, para seguir leyendo. Y, cómo en la biblioteca tenían más libros, fueron a explorarlos ávidamente, incluídas las seños. En el piso de la sala, en los sillones y butacas, hubo un rato de lectura. Siempre hay un libro para cada lector o lectora. Para darle cierre a la actividad nos despedimos con un poema de la misma autora, y repartimos como en toda fiesta los souvenires de despedida. Un sobrecito de papel (papel reciclado de los propios libros) que atesoraba versos y semillas, una invitación a crecer en poesía. También se llevaron una tarjeta con los datos de la Biblioteca para que volvieran a buscar sus libros para seguir leyendo. Nos despedimos muy felices, deseando que cada uno, cada una, guardara en su corazón las palabras de Laura y las ganas de sembrarlas.

 

Pato Pereyra